Algunos casos tempranos de ciberactivismo

By Marta Gaba - January 24, 2020



El mundo está azorado por las manifestaciones y las denominadas acciones ciberactivistas que se han producido en los últimos años en Egipto, en España, en Brasil, en Venezuela, en el mundo. Periodistas y políticos se asombran porque la gente sale a la calle, porque no presentan una queja unificada, porque se convocan a través de las redes sociales y se comportan con una lógica fragmentada conforme los distintos grupos de manifestantes. Parece que no se dieron cuenta que estamos viviendo en un nuevo escenario en el cual ya no existe un canal único de expresión. Existen múltiples problemas, múltiples reclamos sociales, múltiples formas de hacerlos visibles. Utilizar las redes sociales no es sólo un pasatiempo; constituyen también la posibilidad de multilocalizar nuestros mensajes, colectivizar nuestras emociones y atemporalizar las conversaciones. Jamás se había tenido la posibilidad de pensar algo, escribirlo, publicarlo en el momento y compartirlo de inmediato con miles de personas.


Caso Lotus

Pero el ciberactivismo no es algo nuevo.  En 1990 se produce el llamado “Caso Lotus”, muy conocido para los estudiosos de las cuestiones de privacidad y el uso de tecnologías digitales; éste es conocido como uno de los primeros usos de Internet como una herramienta para el activismo. El 10 de abril de 1990, Lotus anunció el lanzamiento de una base de datos de marketing directo de correo electrónico que contendría los nombres, direcciones y hábitos de consumo de más de 120 millones de ciudadanos norteamericanos. Si bien no se trataba de información secreta, lo que preocupó a muchas personas fue que estuviera disponible en una base de datos contenido en un CD-ROM. De inmediato se inició una campaña masiva de correos electrónicos y boletines en línea donde se incluía cómo contactar a Lotus y un formato de carta para ser enviada a la compañía. Más de 30.000 personas contactaron a Lotus y solicitaron que sus nombres fueran quitados de la base de datos. El 23 de enero de 1991 la empresa anunció que cancelaba el producto.


Intervasion of the UK

Pero el ejemplo más temprano sobre envío de correo electrónico masivo como una forma de protesta y activismo online se dio en Gran Bretaña en el año 1994 y fue organizada por el grupo conocido como The Zippies para protestar contra el Proyecto de Ley de Justicia Criminal que penalizaba las fiestas rave al aire libre y la música con beats repetitivos.  Esta acción se conoció como Intervasion of the UK. El 5 de noviembre de 1994, en el Día de los Fuegos Artificiales la Intervasion of the UK comenzó a bombardear con correos electrónico al gabinete de John Major y a empleados del Parlamento británico para provocar una sobrecarga en los servidores. Los sitios web del gobierno estuvieron fuera de servicio cerca de una semana. Esta forma de protesta se conoce como Email Bomb y es una forma de DDoS (denegación de servicio distribuido). El evento solo fue difundido por Radio Berkeley porque los medios de comunicación se rehusaron a darle prensa a esta acción de desobediencia civil electrónica. En cambio, la atención pública se centró en el problema de las fiestas rave mientras que el grupo organizados, The Zippies, fueron ignorados, caracterizándolos como electrohippies. La Electronic Frontier Foundation fue crítica de esta acción, lo mismo que el Whole Earth 'Lectronic Link (WELL) BBS, que focalizó sus comentarios en torno al uso del lenguaje militante. La naturaleza misma de la protesta se puso en cuestión.

Cuando hablamos de desobediencia civil electrónica (también conocida como hacktivismo) estamos haciendo referencia a un tipo de desobediencia civil en el cual las personas utilizan las tecnologías para llevar adelante sus acciones de protesta contra una norma que se tiene obligación de obedecer. El término “desobediencia civil electrónica” fue acuñado por el colectivo Critical Art Ensemble y apareció en un escrito titulado “Desobediencia civil electrónica y otras ideas impopulares”, de 1996. La desobediencia civil electrónica busca continuar las prácticas de no violencia y protesta disruptiva de las cuales fue pionero Henry David Thoreau, quien publicara en 1848 Desobediencia Civil.  Tanto el ciberactivismo como la desobediencia civil electrónica se valen de un uso disruptivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).


La Masacre de Acteal y las sentadas virtuales

Tres años más tarde aparecen lo que podemos llamar las sentadas virtuales. En 1997 se produjo la Masacre de Acteal, en Chiapas (México) y en reacción a la misma un grupo llamado Electronic Disturbance Theatre creó un software llamado FloodNet, que simulaba sentadas virtuales. El grupo presentó su creación en el Ars Electronic Festival on Information Warfare, y lo lanzó contra sitios de la presidencia mexicana, el Frankfurt Stock Exchange y el Pentágono, en solidaridad con el EZLN. Otro grupo llamado Anonymous Digital Coalition también se solidarizó por la Masacre de Acteal y comenzó a postear mensajes llamando a los ciberataques contra cinco instituciones financieras domiciliadas en la Ciudad de México, consistente en hacer que miles de personas de todo el mundo ingresaran al mismo tiempo en los sitios web de dichas empresas, para sacarlas del sistema de manera temporaria. Siguiendo con el EZLN, en 1998 utilizó las comunicaciones descentralizadas para trabajar en red con activistas de distintos países y contribuyeron a crear el grupo antiglobalización Peoples Global Action (PGA) para protestar contra la Organización Mundial de Comercio en Génova.



Toma de la frontera
           
El 15 de julio de 2011 tuvo lugar lo que se conoció como la “Toma de la frontera”, acción de la que participaron casi 700 personas de 28 países. Fue un acto de desobediencia civil colectiva organizado por Ian Alan Paul, un artista new media californiano, que focalizó la intervención en la política de EEUU respecto de la frontera con México.

Los participantes tomaron información de una base de datos del Arizona Daily Star que contenía los nombres y descripciones de los migrantes que habían muerto al tratar de cruzar la frontera. Luego, enviaron esa información a la base de datos de la compañía BlueServo, que se utiliza para vigilar la frontera. Como resultado, la frontera fue conceptual y simbólicamente tomada con reportes de los migrantes fallecidos.

El 24 de mayo 2014 encontramos una nueva forma de desobediencia civil electrónica propuesta por el ya mencionado Ian Alan Paul junto con Ricardo Dominguez y el Electronic Disturbance Theater. Los mencionados desarrollaron esta forma de protesta en respuesta al asesinato del maestro zapatista José Luis Solis López y consistía en dejar fuera de servicio el sitio del Presidente Peña Nieto, generando lo que se llamó “E-Graffiti”: cuando los usuarios se logueaban en la página del proyecto, sus navegadores enviaban pedidos masivos de acceso al sitio del Presidente mexicano. Los logs de error se llenaban con textos del Quijote, comunicados zapatistas y textos del Critical Art Ensamble.



El subcomandante Marcos y la ciberguerrilla

En el año 1998, después de realizar un estudio por encargo del Pentágono, el politólogo David Ronfeldt junto a un equipo de colaboradores, llegó a la conclusión de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) había estrenado una nueva forma de lucha, la Netwar Social o guerra socio-informática, consistente en formar coaliciones transfronterizas altamente entrelazadas y coordinadas para hacer una guerra de redes sociales que limitaría al gobierno y apoyaría la causa zapatista. En la base de esta guerra socio-informática está el saber todo sobre el adversario y dejar que él sepa menos acerca de uno, manteniendo el balance de información y conocimiento a favor de uno.

Como primer “ciberguerrillero”, dice Ignacio Ramonet que “Marcos, manejando la máscara y la pluma, ha podido establecer relaciones solidarias con centenares de asociaciones cívicas, organizaciones no gubernamentales –ONG- y con decenas de personalidades o de intelectuales…” En su obra “Marcos, la dignidad rebelde”, afirma que Marcos es un “estratega mediático que utiliza Internet como una nueva arma dotada de una temible eficacia, rociando todo el planeta, a través de la web o del correo electrónico, de comunicados, textos, análisis, cuentos, parábolas o poesías, que muy a menudo dan en el blanco”. Por su parte, Bertrand de la Grange y Maite Rico, en “Marcos, la genial impostura”, afirman que “Marcos utiliza una computadora portátil para escribir sus comunicados, que a veces ha transmitido a tal velocidad que se llegó a barajar la posibilidad de que contara con un teléfono por satélite. Un periodista de la televisión mexicana, Epigmenio Ibarra, le prestó el suyo para establecer una comunicación entre el cuartel general zapatista y una sala de cine de la ciudad de México en la que se presentaba un documental sobre el EZLN titulado Viaje al centro de la selva. Fue en septiembre de 1994, y Marcos pudo hacer oír su voz en directo ante mil quinientos espectadores”.

“Gracias a la colaboración con un equipo de la Universidad de Texas y de varios comités de solidaridad de los Estados Unidos, Europa y México, que alimentan día a día as páginas de Internet, el Ejército Zapatista ha creado una nueva categoría en la nomenclatura de las organizaciones armadas: la ciberguerrilla. Otros grupos han seguido después sus pasos, como los peruanos de Sendero Luminoso y Tupac Amaru, pero ninguno ha logrado la riqueza y la variedad de las páginas del EZLN. En ella pueden leerse los comunicados más recientes, las informaciones aparecidas en La Jornada, una selección de entrevistas con Marcos o los documentos redactados con motivo de los diálogos de paz y del Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo. No falta tampoco una colección de fotografías de escenas zapatistas, ni el número de fax de la Presidencia de la República, para quien desee inundarlo con mensajes de protesta.”


Egipto y las redes sociales

@alya1989262 fue la primera persona el 25 de enero de 2011 en utilizar el hashtag "#Jan25" que manifestantes, periodistas y la comunidad global de Twitter utilizó para coordinar, discutir temas y compartir información en Egipto. La joven titular de la cuenta declaró que Twitter fue una importante herramienta para los manifestantes, dado que Facebook era continuamente bloqueado en Egipto a medida que crecía el descontento. Los activistas utilizaron Twitter para hacer campaña y difundir información acerca de la protesta y las hashtags fueron una ayuda invaluable. Pero lo más importante fue que Twitter permitió compartir información en el terreno sobre la violencia policial.
Facebook y Twitter tuvieron usos diferenciales: el primero fue utilizado como herramienta organizacional y el segundo sirvió para informarse de la velocidad con que se esparcían los mensajes y su alcance global. Por ejemplo, hashtags como #Jan25#Egypt y #Tahrir se convirtieron en tendencias globales durante aquellos días.

Algunos analistas consideran que YouTube ha cumplido un rol más importante que Twitter, porque durante las protestas las personas filmaban con teléfonos celulares y cámaras, los subían al sitio de video y compartían con la comunidad global, poniendo en evidencia los abusos y violencia a que eran sometidos.

También hicieron uso de Flickr para exhibir las fotografías de sus acciones. Shihao Chong señala que los jóvenes utilizaron los recursos de la web 2.0 como un set de herramientas y no de forma aislada. Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de Medioriente, Facebook se ha convertido en uno de los sitios web más visitados, sobre todo a partir de su arabización. En Egipto es la red social más popular, tanto que el joven Jamal Ibrahim puso por nombre Facebook a su hijita recién nacida.

En el año 2008, el periodista David Wolman se unió a un grupo de jóvenes egipcios disidentes para realizar una acción de desobediencia civil en una playa de Alexandria; su objetivo era remontar barriletes con los colores de la bandera egipcia, distribuir volantes pro-democracia y cantar canciones patrias. La reunión acabó casi de inmediato cuando se presentaron una docena de oficiales de seguridad: en el régimen de Mubarak, la libertad de expresión y el derecho de reunión estaban limitados las reuniones de más de cinco personas podían terminar en el encarcelamiento de sus participantes. Muchos de estos jóvenes son quienes en enero de 2011 estuvieron en el epicentro de los sucesos políticos de Egipto. Las protestas que comenzaron el 25 de enero de 2011 fueron organizadas con la ayuda del Movimiento Juvenil 6 de Abril. Uno de sus líderes es un ingeniero civil, Ahmed Maher, quien junto a una joven llamada Israa Abdel-Fattah crearon en 2008 un grupo de Facebook llamado April 6th Youth Movement, que se convirtió en el nexo del movimiento con los usuarios de la red social. Las reuniones virtuales sirvieron para burlar eventuales encarcelamientos. Muchos grupos sociales del mundo árabe a cuyos miembros les resultaría imposible reunirse en el mundo real (gays, lesbianas, feministas), encuentran en las redes sociales virtuales un modo seguro, rápido y económico de organización.

Mientras el mundo occidental debatía acerca del rol de Internet en el mundo de la política y los movimientos sociales y se cuestionaba si ayudaba o no a los disidentes, en Egipto los miembros del Movimiento 6 de Abril se ocultaban en distintos grupos de Facebook para evadir detenciones, utilizaban distintos alias en Twitter y organizaban acciones virtuales con el mensaje: las cosas pueden ser diferentes.

En 2010, el movimiento juvenil encontró un aliado estratégico, Wael Ghonim, ejecutivo de Google, quien se unió al enorme grupo que iba conformándose alrededor del Premio Nobel Mohamed ElBaradei. El resultado fue la creación del grupo de Facebook Todos somos Khalid Said, creado en recuerdo del joven empresario egipcio que fuera asesinado por la policía en junio de 2010, supuestamente en represalia por un video que él había posteado mostrando a la policía egipcia compartiendo el botín de una redada de drogas. El grupo atrajo a miles de usuarios y así comenzaron los ejercicios de participación democrática on line. Cabe acotar que en algún momento, la política de Facebook hizo que el grupo fuera suspendido un tiempo porque algunos de sus administradores utilizaban seudónimos, lo cual constituye una violación a los términos de servicio de la red social. La página consiguió de inmediato 400.000 seguidores y convocó a una protesta para el 25 de enero: como dijo Ghonin, nunca se había visto una revolución que fuera preanunciada de tal modo. Así, el Movimiento Juvenil 6 de Abril y quienes apoyaban a ElBaradei unieron fuerzas, pero los miembros de más edad de distintos partidos dudaron de la protesta, aduciendo que no podían atar sus organizaciones políticas al mundo virtual. Los jóvenes activistas confluyeron en la protesta del día 25 de enero en la Plaza Tahrir y luego, en la del día 28. Las redes sociales habían comenzado a contribuir en los procesos sociales.


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