Las
tecnologías digitales han producido un avance en cuanto al acceso,
procesamiento y difusión de la información que podemos recoger durante la
jornada electoral.
Cualquier persona que disponga de un
teléfono con la capacidad de enviar mensajes y/o tomar fotografías puede
documentar distintas situaciones y enviarlas de inmediato a sus colegas,
periodistas o grupos de observadores electorales. No es necesario ser experto:
se trata de ver, registrar y enviar.
Ni siquiera es necesario
trasladarse: veo lo que sucede y de inmediato lo registro y envío a quien me
parece conveniente o a quien se me haya indicado, en caso de formar parte de un
equipo de observadores.
La web 2.0
En realidad, no existe una
definición clara y definitiva de los que es la web 2.0. Lo único cierto es que
ha cambiado fundamentalmente como utilizamos Internet. La web 2.0 es un avance
hacia una web más colaborativa, interactiva y que brinda respuestas. Produce
necesariamente un cambio en el enfoque de las empresas y desarrolladores y un
cambio filosófico en la sociedad: pasamos de utilizar Internet como una
herramienta a ser parte de la misma Internet.
Como dice Daniel Nations en su artículo “What is Web 2.0?”: “es el
proceso de ponernos dentro de la web”.
Con la Web 2.0 no solo estamos
incrementando nuestro uso de Internet, sino que también hemos cambiado el modo
en que nos relacionamos con ella. Ya no navegamos solamente para conseguir
información: ahora nos conectamos para conocer qué opinan otras personas sobre
un tema. Esto lo hacemos a través de blogs donde posteamos nuestros artículos o
comentarios en entradas ajenas; microblogs que viralizan noticias (Twitter); redes
sociales en las que hacemos amigos (citaremos las ya conocidas Facebook e
Instagram); noticias socializadas donde votamos artículos (Digg, Reddit) y
wikis (Wikipedia, Wikia) donde compartimos información. Las personas se
conectan con otras personas.
Los sitios web se vuelven más
fáciles de usar gracias a AJAX (Asynchronous Javascript And XML), que permite a
los sitios web comunicarse con los navegadores “entre bambalinas” y sin
intervención humana: ya no necesitamos clickear en un determinado botón para
que el sitio web realice alguna acción. Esto permite que más personas se
vuelquen a Internet, porque cuanto más fácil sea de usar, mayor número de
personas querrán navegar las páginas web.
Estas posibilidades novedosas
requieren determinado tipo de organización para que nuestras actividad sea
efectiva. Esto lo veremos en el punto 4 de este documento.
Las nuevas formas de participación de los ciudadanos
La participación en línea es
diferente de la participación fuera del ciberespacio y para analizarla debemos
conocer cómo es la interacción de las personas con la información mediada por
las computadoras (de escritorio, notebooks, netbooks, tabletas) y dispositivos
móviles de telefonía.
El usuario de tecnologías de la
comunicación ha pasado por distintas etapas desde la década del ochenta hasta
el día de hoy. Sus intereses fueron variando como así también las posibilidades
de interacción en el mundo virtual:
- la
primera generación de usuarios estaba integrada por académicos, estudiantes y
hackers (que siempre están, en todos los períodos);
- en la
segunda generación de usuarios encontramos consumidores, jugadores en línea,
emprendedores;
- la
tercera generación es la de los usuarios interactivos;
- la
cuarta generación es la de los “youtubers” y quienes buscan fama por Internet;
- la
quinta generación es la de los “ciudadanos de internet”, totalmente inmersos en
el ciberespacio.
Situándonos en el momento actual,
las formas de participación son variadas y se cuenta con una amplia gama de
posibilidades: se puede hacer desde lo mínimo, (como por ejemplo, solamente
leer un artículo en un sitio web) hasta lo máximo (tener blog, cuenta en redes
sociales, hacer activismo on line, etc). Considerando esto, muchos
profesionales y expertos han realizado investigaciones en la materia y han
publicado interesantes artículos. Es recomendable leerlos e ir siguiéndolos,
porque el rápido avance en la materia hace que frecuentemente se actualicen los
documentos.
Uno de estos grupos de profesionales
(Forrester Research) realizó un trabajo de investigación que arrojó como
resultado una “escalera de la participación en línea”, en la cual cada peldaño
representa a un tipo de usuario de Internet. A esto llamaron tecnografía
social; esta clasifica a las personas de acuerdo al uso que hacen de Internet.
Conforme al estudio del año 2010, los usuarios son clasificados en siete
niveles de participación, desde el que tiene menos actividad hasta el que
utiliza todas las posibilidades (este estudio se ha ido actualizando):
1)
inactivos: no crean ni consumen contenidos.
2)
espectadores: consumen contenido social creados por otros usuarios.
3)
adherentes: se conectan en redes sociales, como Facebook, MySpace, etc.
4)
colectores: organizan contenido, etiquetan, crean listas, para sí o para otros.
5)
críticos: responden al contenido de otros.
6)
conversadores: dan a conocer su opinión a otros usuarios de la red y empresas.
7)
creadores: hacen el contenido social que otras personas consumen.
Debemos señalar que una persona
puede estar ubicada, en distintos momentos, en peldaños diferentes e incluso,
participar de más de una categoría. Es importante considerar estas
características para saber qué, cómo y cuándo comunicar a públicos tan
diferentes.
Conociendo estos estilos de
participación, se puede diseñar una estrategia para aprovechar oportunidades y
eliminar amenazas en la constitución de grupos que trabajen utilizando
tecnologías 2.0.
0 comentarios
¡Gracias por compartir tus opiniones!